martes, 6 de diciembre de 2011




Puerto Madryn, noviembre de 1919.


¡Mis queridos!

            Estamos muy preocupados por ustedes y sin noticias. Cuando Else vino de Ñorquinco en mayo, no podíamos estar contentas. Cuando hablábamos de ustedes no decíamos nombres porque no sabíamos si nuestros tres hermanos vivían.
            Else está muy nerviosa con la educación de sus hijos. Su esposo no le ayuda para nada en este sentido. Mis cuatro chicos no me dan ni la mitad de trabajo que le dan a Else sus dos varones.
            Aquí en casa se tienen que portar bien. Mi marido es severo y tu, querido hermano Johannes, como pedagogo, tendrías alegría en verlos. Afuera los chicos pueden correr, jugar, chillar todo lo que quieran, pero en casa y en la mesa tienen que mantenerse en silencio. De noche a las 7 y media ya están en la cama y hasta las siete de la mañana ¡no tenemos hijos!.
            Mañana empiezan las vacaciones de verano para Elsita y su último día en la escuela de Madryn, ya que el próximo año estaremos en Buenos Aires. El maestro lo lamenta pues es la mejor del grado y es alegre y por todos muy querida. Aquí no dan notas para que no haya rivalidad. Estamos en un país joven, donde todo se trata con naturalidad y es sano en todo sentido. Por eso los argentinos tienen una mente despejada y son sensibles. Gracias a Dios la Argentina no se dejó arrastrar a la guerra. La Armada y la Marina Argentina simpatizan desde el principio con Alemania.
            Nuestro Rodolfito es un chico buenísimo y fortachón. Le sigue al padre. El siempre está haciendo algo. Tiene un amigo y con ese juega todos los días. El cuida sus hermanitos, entra leña, busca los huevos del gallinero, me hace las compras, va a la Tienda, donde falta un clavo el lo pone, y su alegría más grande es cuando los domingos va a hacer un paseo grande con su padre.
            A mi esposo gracias a Dios le va otra vez bien. Nos alegramos que nos escriben que a Papá le va bien.¡ Mi único deseo es volver a verlo !
            ¿Les va bien a los padres de la querida Mimí? Ojala hubiese pasado el invierno y no es buena seña que el marco se sigue desvalorizando. ¡Nuestra pobre Patria!
            Bueno mis queridos, hemos pensado a toda hora en ustedes. ¡Por favor escríbanos! Muchos cariños de vuestros

Madrynenses.

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