martes, 6 de diciembre de 2011




Puerto Madryn, 14 de noviembre de 1919


¡Querida Emma y querido Robert!

            ¡Con vuestra carta nos dieron una gran alegría! Lo sabemos apreciar, querida hermana, si te tomas la molestia de escribirnos una carta tan querida y larga. También por tu carta nos enteramos de saber algo de la familia de Rudolf. Nosotros no sabemos nada de ellos. ¿Estuvo enfermo el padre de Rudolf o murió de repente? Nosotros tampoco sabíamos que Otto está casado. ¿Tiene un empleo en Hamburgo?
            Mi Papá nos escribió que Hans Grimm está en Frankfurt y está casado, eso tampoco sabíamos. Qué lástima que los hermanos se comunican tan poco. A Rudolf ahora le va mejor y yo lo cuido mucho. Pero tiene tanto que hacer y le haría bien tomarse unas vacaciones. Rudolf es como su padre, pronto va a tener el pelo blanco,¡ ahora ya lo tiene gris !
            Nos alegra que a ustedes dos les va bien. Es una gran suerte que Robert volvió bien de la guerra, aunque más delgado. ¡Qué suerte que enseguida encontró un buen empleo! ¡Tu Emma querida siempre eras la que ayudas a todos! Visitas tienes bastante. Qué ganas tengo de tenerte a mi lado. Pero con 4 hijos y después de 9 años de casada siempre hay para coser y zurcir. Además soy amarreta y siempre hago para los chicos, de cosas viejas, cosas nuevas.
            Aquí vivimos en el campo y los chicos no precisan estar elegantes. Para Rodolfo no puedo coser tantos pantalones como el los rompe, y lo que uno hace de cosas viejas siempre es mejor y aguantador que lo que uno compra. Claro que tenemos todo en la Tienda. Rudolf dice que si todas las mujeres fueran cómo yo podríamos cerrar la Tienda.

(Nota: el original está incompleto)

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