lunes, 19 de diciembre de 2011






Puerto Madryn, 1 de junio de 1911


¡Mi querida mamita!

            Para tu cumpleaños te mandamos nuestros mejores deseos. Lo que más deseamos es que tú y el querido Papá sigan con salud. Así estarán rodeados de todos vuestros queridos hijos y si en los próximos años los vamos a visitar los encontremos tan fresquitos como cuando los dejamos.
            Seguramente querida Mamá, tendrás algunos hijos a tu lado y se me hace agua la boca si pienso en las papas nuevas y las frutillas. Nosotros los recordaremos ese día y voy a hacer una torta. Al mediodía vamos a tomar una copa a tu salud. Temo, querida Mamá, que esta carta no te llegará a tiempo, pero eso es culpa de los barcos, que no vienen seguidamente del sur.
            Nosotros hace tiempo que estamos sin correspondencia. Como Rudolf les escribió en su última carta, aquí está  el Sr. Schneider y necesita ir a Buenos Aires, pero no tiene barco. Ya hace 3 semanas que está acá. De mañana Else y yo tenemos nuestro trabajo en la casa, pero de tarde salimos a caballo con él. Hacemos visitas o tenemos visitas. Al Sr. Schneider no le gusta ir a tomar el té a otras casas porque dice que mis tortas son más ricas. El siempre se asombra como cocino y yo le digo que lo aprendí de mi Mamá o lo heredé. Mi maridito también engordó 2,5 kg. Else también está bien gordita.
            El tiempo siempre está hermoso. Solamente de mañana y de noche hace frío. Ustedes tienen el lindo verano.
           
(Escribe Rudolf)
            Deseo mandarle personalmente a mi querida madre, mis más sinceras felicitaciones. Le deseo que lo pase feliz y contenta, rodeada por su familia. Cariñosos saludos a los dos queridos padres de vuestro

Rudolf.

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