martes, 6 de diciembre de 2011







Puerto Madryn, 1º de septiembre de 1919


¡Mi querido Karl!

            Hoy a la mañana cuando estaba abriendo la Tienda llegó tú querido telegrama. Yo creía que sería de Rudolf, pero el cartero gritó: "¡De Alemania señora!"
            Te imaginas cuando leí: "¡Todos sanos!"  Enseguida le mandé un telegrama a Rudolf que está en Buenos Aires.
            Que los padres de Rudolf murieron sabíamos.
            Yo ya creí que se habían olvidado de nosotros. El telegrama les habrá costado mucho y lo vamos a pagar nosotros. También le debemos a Papá los intereses.
            ¡Qué ganas que tengo de verlos a todos!. Deben creernos que nosotros también tuvimos años duros. Hoy llegó el Sr. que va a seguir atendiendo la Tienda. El tendrá un porcentaje sobre las ventas y su sueldo.
            Nosotros nos iremos el 1º de enero a Buenos Aires, así el nuevo Sr. se inicia con más tranquilidad en el manejo del negocio.
            Ojala estuviese más tranquilo en Alemania. Nos gustaría visitarlos el próximo año. El que tiene ganas viene con nosotros a Madryn. Es dura la vida en la lejanía, pero uno adelanta. Aunque todo está muy caro. Pero el que es trabajador y ahorrativo tiene su futuro.
            Aquí tenemos buenas relaciones, que les ayudarían a conseguir trabajo. El cuñado de Else, Hans Oetken también tiene un buen puesto, se lo consiguió Rudolf. Es el Contador del Sr. Pujol. El come y toma en nuestra mesa y no le cobramos nada, ya que de noche le ayuda a Rudolf con la contabilidad.
            Los de Pujol son nuestros mejores amigos y son españoles. El es millonario y la Sra. de Pujol es la madrina de Guillermito y durante 9 años es mi mejor amiga. Ellos no tienen hijos.
            El Gerente de la Sociedad Anónima nos dijo que al marido de Else lo podrían dejar en Ñorquinco trabajando para la Sociedad Anónima aunque fuese alemán, porque allí entre los indios no llamaría la atención. Los de Gómez viven ahora en Buenos Aires. A todos los demás alemanes los tuvieron que suspender durante la guerra.
            Esta carta la escribí hace 14 días. El barco viene mañana, porque hay huelga. Las cosas que les pensaba mandar no se las puedo mandar porque la señora que las iba a llevar cambió de idea y se queda en la Argentina.
            A Rudolf lo operaron hace 8 días y salió del Hospital el 29 de éste mes. El 7 de noviembre regresa. No había estado en Buenos Aires hace 9 años.
            Aquí estamos todos con salud. El chiquito empieza a caminar. ¡Yo voy a tener que ir a Alemania para que me den la receta cómo no tener más hijos!
            Saludos a todos de mi parte y de los chicos de

            Frida.

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