lunes, 19 de diciembre de 2011





Puerto Madryn, 22 de agosto de 1911.


Mis queridos padres:

            Mañana pasará un barco del sur y aprovecho para hacerles estas líneas. Con el barco que vino del norte tuvimos una carta de mi hermano Ludwig. Nos mandó unas fotos de el y Hedwig en Curau. ¡No se imaginan nuestra alegría! A cada rato miro las fotos para alegrarme. Qué bien están ustedes queridos padres, igual como cuando yo los dejé hace un año y medio. ¡Nuestro deseo es que queden así, para que -cuando nosotros podamos ir a verlos - estén tan bien como ahora! La foto de ustedes dos solos está muy linda y adelante de la casa.
            En una foto tienes puesta tu nueva blusa de terciopelo, y en la otra foto se ve tu nuevo delantal.
            Me parece que Papá está más delgado. ¿Controlas tu peso? Pobre Mamá que siempre tienes tanta visita. Cuando uno tiene su hogar sabe lo que es tener visita.
            Estoy curiosa como les fue en Hamburgo cuando fueron al bautismo. Tu cumpleaños nos detalló mi hermana Adele. Tú habrás estado contenta de haber tenido tus 3 hijas juntas. Estoy contenta que hayas recibido mi carta en tu cumpleaños. Cuantos regalos tuviste y lamento que de mi parte no tuviste ninguno, pero de acá es muy complicado mandar algo.
            Para mi cumpleaños seguramente ya vamos a comer pollo. Pienso que ese día todavía lo festejaremos en esta casa, pero antes de Navidad seguramente vamos a estar en la otra casa. Para Rudolf el camino hasta acá es muy lejos. Tiene tanto que hacer que trabaja de noche. Al mediodía almorzó y se fue. Lo que pasa es que hay un barco en el puerto que está por salir y se espera otro, del cual Rudolf es agente. También se espera un barco del sur, que tiene que llevar toda la correspondencia. El barco que entró ayer nos trajo la carta de Hans del 4 de septiembre. Nos alegró mucho. Pero que lástima que no recibió nuestra carta para su cumpleaños y llevaba tantas noticias. En caso que lo manden de vuelta se la mando.
            El otro día me quedé sorprendida porque encontré un huevo en la pieza de Else. De mañana cuando venía Else traía huevos y decía que las gallinas ya los habían puesto. Rudolf y yo revisamos todos los días la pieza de Else. Si no están en su cama, están en la silla hamaca. Yo tengo tanta cantidad de huevos que me vi. obligada de vender 10 gallinas. Algunos días teníamos 19 huevos. Tengo $ 25.- y 50 marcos por las 10 gallinas. Ya ves querido hermano, que Else no tiene porqué robarnos huevos. ¡Nunca dudamos de la inteligencia de Else, pero nunca creíamos que nos podría hacer eso! Tengo 45 pollas y están sanas y gordas.

(Nota : la traducción está incompleta)

No hay comentarios:

Publicar un comentario