Puerto Madryn, diciembre de 1914
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Este año cuesta que venga el verano. Hemos tenido mucho frío últimamente, por eso Else todavía no se fue a Ñorquinco. Piensa salir el 15 de diciembre para llegar a Navidad. Al Sr. Oetken le gusta mucho estar allí y ya se puso un jardín. La tierra es buena y corre un arroyo.
El chiquito ya está grandecito y vivaracho y todos lo queremos, especialmente Elsita. Ella es como su mamita y cuando él se ríe, ella grita de alegría.
Madryn está muerto desde que empezó la guerra en Europa. No se hacen negocios. Pasan muy pocos barcos.
De la guerra en sí sabemos poco y nada. Hasta los telegramas mentirosos son menos. Ojala terminara esta matanza y eso lo decimos todos y rogamos.
Nosotros últimamente también hemos vivido momentos tristes. A principios de la guerra entraron a nuestro puerto dos buques alemanes que eran perseguidos por cruceros enemigos, uno el "Bahía Blanca" y el otro el "Nauplia".
Los barcos están en la rada y si los tripulantes quieren venir a tierra tienen que venir en un bote. El viernes cuando el Capitán y un marinero querían venir a tierra, el bote se dio vuelta en el atraque y los dos se murieron. Hasta ahora el bote ni el marinero aparecieron. Era de tarde y había mucha gente en la playa. Nosotros nos habíamos amigado con el Capitán que era un primo del Capitán Kröger del "Cap Roca" con el que vine en 1910 de Alemania. El domingo anterior estuvimos a bordo con él. Fuimos y vinimos en el mismo bote. El entierro fue fabuloso. Participó la mayor parte de la población, hasta los ingleses fueron.
Bueno queridos, en la esperanza que pasen una linda Navidad y un próspero Año Nuevo y con saludos a todos de vuestra
Frida.
(Nota: traducción incompleta)
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