Puerto Madryn, diciembre de 1919
¡Mi querido Papá!
Recibí tu carta en la que cuentas que ahora tienen luz eléctrica en Curau, ¡como está progresando y me alegro, porque es una gran cosa!
Que en lo de la familia Maaks hayan robado chanchos es increíble. ¡Antes nunca pasó algo así! Dale por favor saludos míos. ¿Tienes la dirección de Clara Riedel en Lübeck y me la mandas?
¡Rudolf me cacha y pregunta si todavía tengo papel para escribir porque tengo tanto que escribir! Hoy le escribo a la Sra. Moritz en Hamburgo. Lo que me escribe mi hermano Hans sobre Ellen y Liesel me interesó mucho. Me estoy dando cuenta que ya estoy 10 años en Puerto Madryn. Pero no te aflijas querido Papá, pues estoy muy feliz con Rudolf y trabajar y luchar hay que hacerlo en todos lados y sobre el resultado de nuestro trabajo ¡no nos podemos quejar!
Mis hermanos me cachan en sus cartas, si no viene la cigüeña, pero a Dios gracias no es así, pues ¡ con cuatro basta !
Los hijos con su padre me prepararon una linda mesa de regalos para mi cumpleaños, todas cosas útiles y de cada uno algo. Una amiga de Elsita me regaló una planta de helecho y es algo exclusivo para Madryn. Para las tortas sólo estuvieron los chicos. De noche vino Hans Oetken y gozamos unas botellas de vino, digo "gozamos" porque cada una cuesta $ 1.-, pero en el verano es tan refrescante.
Nos alegró y sorprendió leer que el hermano de mi marido Alfred visitó a mi hermana Emma. Qué linda comida que hiciste. Alfred ya será un muchacho grande y no me lo puedo imaginar. Elsita se quedó impresionada que tú hiciste compota de peras y se alegra más todavía de ir una vez a Alemania, donde hay cosas tan ricas.
Querido Papá, si vieras comer a nuestros hijos te alegrarías, no hay nada que no les guste. Bueno querido Papá recibe hoy muchos cariños y besos de tu hija
Frida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario