Puerto Madryn, enero de 1920

Querido Papá:

            En caso que tú o mis hermanos quisieran disponer de más dinero, nosotros inmediatamente les giraríamos. Naturalmente todo quedará como ahora. Los alquileres siguen siendo tuyos. Para nosotros es fácil ayudar ya que la moneda argentina tiene una cotización muy alta y el marco vale tan poco lamentablemente.

            Rudolf quiere hacerse cargo de la casa de sus padres, para que sus hermanos no tengan que pagar alquiler. Para  Minna y Alfred también les resulta pesado.

            ¡Alfred me escribió que pasó tan lindas horas contigo querido Papá! 

            Bueno Papá, por hoy no tengo nada más que contarte. Nuestro Guillermito es gordo y tiene cachetes colorados. El otro día dijo que porqué no te mandamos luz. Qué suerte Papá que tienes suficiente combustible.

            Nuestro negocio está trabajando muy bien y Rudolf tiene mucho que hacer. Menos mal que aumentó un kilogramo.

            Esta carta va a Buenos Aires por tierra, porque el próximo barco recién viene en 8 días, entonces le escribo a Karl para el cumpleaños y le voy a mandar tabaco como muestra sin valor.

            Si ustedes nos escriben a Buenos Aires, tienen que escribir a la siguiente dirección:

            Sr. Rodolfo Grimm a/c Sr. Alfred Völlsch

                        Quirno 141 - Flores - Buenos Aires.

            ¡Nosotros ahora conseguimos papas nuevas. El otro día pagué por 10 kg. $ 4,50 y en Buenos Aires cuestan los 10 kg. 0,80 centavos.

            Que suerte querido Papá que la Sra. Strunk te cuida tanto. Que compre y cocine lo que a ti te gusta y si no alcanza el dinero que me pida a mí. Si tengo oportunidad también le voy a mandar a ella. Dale saludos de mi parte.

            Querido Papá, visitas no te falta y es una suerte que tu casa es tan grande, de manera que todos tienen lugar. Rudolf y yo no queremos que nunca se venda la casa de nuestros padres en Curau, que no pase a gente extraña. Rudolf la compraría para dármela a mí y yo la pondría a disposición de toda la familia. Así tendríamos en la Patria un techo si algún día y la Providencia lo permite, tendríamos el techo bajo el que nos criamos y pasamos nuestra juventud.

            Sin más por hoy te besa y abraza con cariño tu hija

Frida.