Puerto Madryn, marzo de 1915

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            Rudolf se queda en la firma hasta el 1º de abril. Naturalmente nos quedamos en Madryn, pues aquí tenemos nuestras propiedades y nos sentimos bien. Aunque deseamos que la guerra termine pronto no lo podemos esperar.

            En el centro del pueblo hemos alquilado un local y abriremos una Tienda con mercería, zapatería, confecciones, tabaco, lanas, etc. El Sr. Pujol nos prestó el dinero y yo me alegro mucho pues habla correctamente el castellano y conoce muchos pobladores.

            Pobre Rudolf, el ha trabajado mucho en la firma Braun & Blanchard y con éxito, pero atrás de sus espaldas ha habido intrigas por ser él alemán. Yo estoy contenta que vino así. Rudolf no ganaba bien y la responsabilidad era grande. Muchas veces estaba preocupada por su salud y me preguntaba ¿"hasta cuándo aguantará "?. El no tenía tiempo ni para estar con nosotros, su familia.

            Ahora que también Else se va a Ñorquinco, me sentiré sola y siento mi preocupación por ustedes queridos en la Patria.

            Rudolf pidió su dimisión en la firma la que fue aceptada inmediatamente después de haber sido Gerente durante siete años y medio. Los empleados estaban muy tristes y de despedida nos hicieron una linda fiesta y le regalaron a Rudolf un reloj de oro grabado.

            En lo de ustedes es verano y la vida será más fácil que en el invierno. Últimamente le mandé a Papá chocolate y fideos y manteca como "muestra sin valor". Espero que haya recibido todo.

            Mi hermana Bertha me escribió que las encomiendas que llegaban del extranjero a Alemania eran robadas. Así fue el empleado que las cobraba desapareció con 20.000 pesos. Por eso no mandamos más paquetes y preferimos mandarle dinero a Papá.

            El otro paquete que le enviamos todavía está en el Puerto Militar y les voy a escribir pidiéndoles que me lo manden de vuelta.

            Pienso despachar las "muestras sin valor" certificadas, y a ti querido hermano, te mandaré cigarrillos.

            Bueno queridos, para el cumpleaños de mi hermana Emma les vuelvo a escribir. Hasta entonces mil saludos de todos nosotros, vuestra

Frida.