miércoles, 7 de diciembre de 2011



Puerto Madryn, 23 de junio de 1914.


¡Mis queridos Padres!

           
            Recién recibimos la noticia que nos quedamos en Madryn. Ahora recibimos en cambio del 10 % de la ganancia neta, un 15 % de manera que estamos muy felices que nos quedamos en nuestro querido Madryn y que nos aumentaron la ganancia. Solamente que el auto no viene por el momento.
            Rudolf no salió para el campo, sino que mandó al contador. Rudolf tenía que hacer unos negocios importantes. Yo estoy muy contenta. Si Rudolf hubiese viajado me hubiese afligido. Hace 14 días llueve sin parar, seguramente está empantanado en algún lugar del camino, porque estos están pésimos. Los viejos pobladores no recuerdan haber vivido tanta lluvia. Para el campo es una bendición y nosotros almacenamos en nuestro aljibe y tanque de agua para un año.
            La familia Oetken todavía no tienen aviso si el consigue el puesto o no, pero es casi seguro. Oetken va entonces con Rudolf a Ñorquinco y Else se queda conmigo para tener en Madryn su bebe.
            Ayer pasó un barco del norte y yo esperaba cartas,¡ pero nada ! Yo creía que tú querida Mamá me contarías de vuestro viaje a Hamburgo. Yo pienso que se están portando muy mal conmigo.
            Tengo una sirvienta nueva, no muy jovencita y por en cuanto no es mucha ayuda. Yo tuve 8 días visita de un matrimonio del Valle del Río Chubut. Ahí estuvo Rudolf 14 días cuando era soltero para descansar. Vinieron al entierro del contador de su estancia que murió y era su sobrino. Recién se había casado hace dos años. La novia vino de Inglaterra y tienen una nena. ¡Pobre viuda! Ahora se queda en Madryn y aceptó un puesto de institutriz en lo del Cónsul Británico, Mister James, que tiene 2 hijas y 2 hijos. Así aprenden inglés. La madre es criolla.
            Me robaron un pato del gallinero y amigos del Valle ¡me regalaron un jamón!
            Un beso grande de


Frida.

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