Puerto Madryn, 6 de febrero de 1920
Carta de Rudolf a sus queridos familiares en Hamburgo.
El triste camino de nuestra querida Patria parece que va a durar mucho todavía. La situación empeora diariamente y como y cuando terminará todo esto no es previsible.
El marco también se está desvalorizando de manera que en este momento 40 marcos son $ 1 peso argentino. Alemania en estas circunstancias no está en condiciones de mantener la población en cuanto a alimentación. Alemania está obligada a importar y con la desvalorización del marco le sale veinte veces más caro la adquisición de alimentos.
Hace meses nos escribieron que un litro de leche les cuesta 4,50 marcos, entonces hoy es lógico que ahora el precio sea de 9 marcos, de manera que la alimentación es casi imposible y temo que pronto se va a producir una bancarrota.
Claro que esta especulación es parte del negocio, los Yankees probarán de adquirir la mitad de la industria alemana para ser los que manejan los precios mundiales, de manera que lamentablemente estará trabajando Alemania para Norteamérica. Es triste pensar que nosotros nunca más volveremos a ver nuestra Patria como cuando la dejamos.
En primer lugar la culpa es de la política de los aliados. Estamos endeudados por encima de nuestras orejas por la guerra perdida. Alemania tuvo que tomar créditos muy costosos para comprar alimentos y materiales para ayudarse a si mismo y salvar su energía, pero lamentablemente está pasando lo contrario. Nos siguieron castigando y como pago por Scapa Flow nos quitaron el último material flotando que hubiese servido para importar y exportar bajo alguna bandera extranjera. Siempre ideaban nuevas medidas para estrujarnos más.
Pero las consecuencias no los dejarán estar tranquilos. Alemania los va a meter en esta correntada y todo el mundo se va a enfriar. Quinientos mil millones dicen que costó la guerra.¿De dónde va a sacar Europa el dinero para pagar los intereses y amortizarlos ? Bueno, yo estoy en un estado de sumo pesimismo. Este último año sufrí mucho, también les escribo todo esto para que ustedes sepan como pensamos nosotros los alemanes en el extranjero. Veremos como sigue.
También para nosotros los últimos años fueron de lucha, naturalmente en menor escala. A mí me tomó de sorpresa cuando la Sociedad Anónima Imp. y Exp. de la Patagonia me dio de baja por ser alemán.
Comenzar algo nuevo sin capital era difícil. En abril van a ser 10 años que Frida comparte conmigo estos años de lucha y tristeza. Siempre me ayuda con el negocio y se merece que ahora vayamos a Buenos Aires para que trate con otras personas que no tengan que luchar por cada día.
Así también les podremos brindar a nuestros hijos una buena educación y los mandaremos a una buena escuela alemana, "Humboldt Schule". Elsita ya tiene 8 años, Rodolfito 6, Fridita 5 y el pequeño Guillermo ¡necesita urgentemente que empecemos con su educación! Con esto pensamos cumplir con nuestra obligación.
Este año para mí fue muy difícil vivir ya que perdí mi querida madre, lo que me costó mucho aceptar. Johannes sabe lo que es recibir semejante noticia cuando uno está en el extranjero. Aparte la triste situación de nuestra Patria y no tener muchos años noticias de ustedes.
Yo me había ido muy abajo, pero espero que con nuestro viaje a Buenos Aires voy a estar más aliviado. Los dos negocios en Madryn y Comodoro van a seguir trabajando y me contraté con un socio que la atenderá. Yo haré las compras para los dos negocios y viajaré al sur dos veces al año para hacer inventario y ver como andan las cosas. En Buenos Aires trataré si puedo hacer negocios a comisión para otros.
En cuanto a la pregunta Ludwig que pienso sobre la situación de Alemania y la posibilidad de exportar, soy muy pesimista. Imagínense que 10 kilogramos de lana, que aquí cuestan $ 20.- ó $ 25.- costarían 1000 marcos. Además el gasto del flete y otros gastos.
No quiero terminar esta carta sin repetir lo que Frida ya les escribió: si nosotros les podemos ayudar de alguna manera lo haremos con mucha alegría, además nuestra obligación de ayudarles en todo lo posible.
Esperamos vuestras noticias queridos Padres, querido cuñado y cuñada, reciban mis cariños de la lejanía de vuestro
Rudolf.
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